¿Cómo se pinta un coche en un taller de carrocería? Te lo explicamos paso a paso
Pintar un coche es una operación que es completamente diferente a cualquier otra de pintura. Al final, la pintura es el último de los pasos de un largo proceso que, si se hace bien, conlleva varias operaciones dentro del taller de carrocería.
Esto es así porque la superficie de un coche es diferente a cualquier material. La carrocería debe aguantar las inclemencias del tiempo pero a la vez debe de ser suficientemente flexible para absorber un impacto.
Además, el diseño de un coche es complejo, con varias aristas y piezas que trabajan en conjunto para aislar el habitáculo y proteger a los pasajeros.
Por esta complejidad, no es nada recomendable pintar un coche en casa. Primero, el resultado seguramente será muy malo. Dejar una carrocería según salió de fábrica requiere años de formación y horas de experiencia.
¿Quieres saber cómo trabajamos en nuestro taller de chapa y pintura? Desde el momento de pedir cita en el taller, todos estos pasos son necesarios para que cuando decidas pintar un Mercedes-Benz, quede perfecto y como salido del concesionario.
Paso 1: La preparación
Toda operación de chapa y pintura comienza con la preparación de la carrocería. Debemos saber los desperfectos que tiene para planificar el resto de los trabajos.
Por eso, lo primero es siempre es coger un marcador y bordear los roces, picotazos, raspones o abolladuras que tenga cada pieza. El conocerlos de antemano guiará trabajos que después serán críticos, como el lijado o el alisado.
Paso 2: El desmontaje
Una vez marcados todos los desperfectos, es la hora de desmontar las piezas que requieran la reparación de chapa y pintura. Paragolpes, faros, molduras, embellecedores, carcasas, emblemas, insignias... todos serán retirados para evitar manchas innecesarias y lograr el acabado más duradero.
Tratar y pintar las piezas por separado, además, garantizará el mejor resultado a nivel estético como de protección de la carrocería.
Paso 3: El lijado y reparación
Con la pieza o carrocería preparada, el operario empezará a lijar para arreglar los desperfectos. Uno a uno pasarán por este proceso, que se repetirá las veces que sean necesarias para dejar la zona completamente lisa.
Si existen abolladuras, también se repararán. Según su situación y tamaño se tratarán con utillaje, varillas o masilla. El objetivo, el mismo: dejar la carrocería en su estado inicial.
Un taller de carrocería oficial Mercedes utiliza masillas de gran calidad, habitualmente de poliéster. Este tipo de masillas tienen como gran ventaja su dureza y capacidad de adherencia al acero, material con el que están construidos la gran mayoría de vehículos.
En ocasiones también se utilizan masillas metálicas, también a base de poliéster. Su composición le ayudar a conectarse y trabajar a la perfección con otros materiales como aluminio o zinc.
Cuando un operario termina con la masilla, su grosor no debe ser superior a las 500 micras, es decir, medio milímetro.
Paso 4: El Alisado e imprimación
Tras reparar, es el momento de alisar y preparar la carrocería para el pintado.
En este punto es muy importante aislar las reparaciones e igualar las zonas reparadas con el resto de la pieza. Es el momento de la imprimación.
El material utilizado para la imprimación, o en el argot de la chapa y pintura, aparejo, debe de reunir tres características fundamentales. Que tenga densidad, cubra bien y sea lijado con facilidad es crítico para el resultado final.
El aparejo también protegerá al metal del óxido y proporcionará una superficie completamente lisa para que la pintura no muestre imperfecciones.
En un taller de carrocería oficial se usa un aparejo muy denso y de gran espesor. Es el de mayor calidad. Esto es así porque después permite un lijado exhaustivo con muchos pasos, desde la lija más gruesa a la más fina.
Paso 5: El segundo lijado
Una vez aplicado el aparejo e igualada su extensión a lo largo de toda la pieza, es el momento de lijar a conciencia.
En primer lugar se usará una lija gruesa, para igualar todos los trabajos realizados previamente. Las lijas más finas utilizadas en pasos siguientes tendrán la función de hacer indetectable el trabajo de lijado.
El coche estará listo para pintar cuando la carrocería esté completamente lisa, suave y sin imperfecciones. Es muy importante utilizar las horas que sean necesarias para lograr un lijado perfecto. De este paso dependerá que la pintura agarre correctamente.
Paso 6: Empapelado y limpieza previa.
Sin embargo, el coche no se mete en la cabina de pintado justo después de pintar. Hacerlo garantizaría suciedad entre la carrocería y la pintura, así como pintar zonas que no deberían ser cubiertas.
Empapelar bien, aunque pueda parecer tedioso y prescindible, es obligatorio para conseguir el mejor trabajo. Se utilizará, como es lógico, cinta de carrocero, papel especial y film transparente para cubrir todo.
Se tendrán en cuenta todos los huecos, pliegues o piezas del vehículo. Así sabremos que gomas, neumáticos o juntas no quedarán manchadas por la pintura.
Empapelado el vehículo, la carrocería volverá a limpiarse. Es necesario un soplado para eliminar todo el polvo, así como aplicar desengrasantes para evitar que cualquier químico o material indeseado entre en la cabina.
Paso 7: Pintado
El coche está listo y es el momento de que pase por las manos del pintor. Éste previamente habrá utilizado su experiencia y formación para mezclar la pintura en la sala de fabricación.
En un Taller Autorizado Mercedes-Benz sabemos los códigos exactos de cada carrocería por el número de bastidor y disponemos de las pinturas originales marcadas por el fabricante. Con la ayuda de un ordenador y una balanza de alta precisión, se conseguirá la mezcla exacta.
Con la pintura en la pistola de aire comprimido, comenzará a distribuirla a lo largo de la carrocería en la cabina de pintura.
Hacerlo en este espacio es imprescindible y crítico para conseguir el mejor resultado. La cabina de pintura tiene la temperatura óptima (en torno a 20 grados) y genera las corrientes de aire perfectas para que la pintura se deposite como debe. Por eso no sólo se utiliza para pintar coches enteros, sino que las piezas como puertas o paragolpes también se pintan en su interior.
El coche estará perfectamente pintado, pero no listo para aguantar las inclemencias del tiempo. Es el momento de aplicar el barniz.
Paso 8: Barnizado
Cada tipo de pintura tiene su barniz. Aplicar el adecuado hará que la carrocería del coche reluzca o cambie de color cuando le da el sol. También hará brillar las pequeñas partículas de la pintura metalizada. Además evitará la corrosión y protegerá la chapa.
El barniz también se aplica con pistola, aunque con una boquilla distinta a la de la pintura que permite mayor paso de material. Una vez terminado el coche estará listo, pero no terminado. Hay que dejar que seque correctamente.
Paso 9: Secado, montaje y limpieza final.
Para que la pintura y el barniz sequen bien, la temperatura debe de estar entre los 65 y 75 grados aproximadamente. En nuestro Taller Autorizado tenemos lámparas de onda corta para conseguir estas condiciones.
Durante el secado se deben olvidar las prisas, ya que es necesaria al menos una hora para que los químicos asienten y se adhieran adecuadamente.
Con el coche seco, es el momento de montar. Se volverán a unir con mucho cuidado todas las piezas. Se atornillarán y engrasarán. Se revisará su posición para que estén perfectas.
Por último, se volverá a limpiar la carrocería y los interiores para que el coche esté, de nuevo, como salido del concesionario.